El partido suscitó una gran expectación en el país asiático, donde el béisbol es un deporte muy popular y el nombre del dominicano-estadounidense uno de los más conocidos por su exitosa carrera.
"Me sentí muy bien, pero el rival fue mejor, golpearon mejor", admitió Ramírez tras el partido.
A pesar de que no pudo ser decisivo, en el club taiwanés confían en que su nueva incorporación marque diferencias, conscientes de que es la estrella más conocida que pasa a jugar en un equipo de la isla.
"Ramírez es el único beisbolista en la liga que es tan conocido como Peng Cheng-min para los aficionados locales", comentó Astrid Lee, una portavoz de los Rhinos, aludiendo a la estrella taiwanesa que fue capitán de su selección en los recientes partidos en el Clásico Mundial.
En las gradas del estadio se reunieron 20.000 aficionados, varios de ellos con pancartas alusivas al dominicano para darle la bienvenida y para mostrarle cómo le han adoptado como nuevo ídolo.
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