Lawrence Harvey Zeiger, nombre de pila del presentador, ganó fama por su programa “Larry King Live” que se transmitió durante 25 años a través de la señal de CNN.
El locutor, ganador del premio Peabody, estuvo entre los entrevistadores más destacados de celebridades, presidentes y otros comunicadores de Estados Unidos durante una carrera de medio siglo.
Hace unas semanas el comunicador estuvo en una Unidad de Cuidados Intensivos en Los Ángeles tras contagiarse con COVID-19. Además, en las últimas décadas tuvo problemas y complicaciones de salud como ataques cardíacos, diabetes y cáncer de pulmón.
Según la comunicación oficial, los arreglos fúnebres se notificiarán más adelante. Mientras, la familia pide privacidad en este momento.
EL ETERNO CURIOSO
Con sus entrevistas con celebridades, debates políticos y discusiones de actualidad, King no era solo una personalidad perdurable en el aire. También se destacó por la curiosidad con la que manejaba cada entrevista, ya sea cuestionando a la víctima de asalto conocida como el Central Park Jogger o al industrial multimillonario Ross Perot, quien en 1992 sacudió la contienda presidencial al anunciar su candidatura en el programa de King.
En sus primeros años, “Larry King Live” tenía su sede en Washington, lo que le dio al programa un aire de seriedad. Él era el intermediario llano a través del cual los peces gordos de Beltway podían llegar a su público, y lo hicieron, ganándose el prestigio del programa como un lugar donde sucedían cosas, donde se daban noticias.
King realizó alrededor de 50,000 entrevistas al aire. En 1995 presidió una cumbre de paz en Oriente Medio con el presidente de la OLP, Yasser Arafat, el rey Hussein de Jordania y el primer ministro israelí Yitzhak Rabin.
Le dio la bienvenida a todos, desde el Dalai Lama hasta Elizabeth Taylor, desde Mikhail Gorbachev hasta Barack Obama, desde Bill Gates hasta Lady Gaga.
Especialmente después de que se mudó a Los Ángeles, sus espectáculos fueron con frecuencia en el centro de las noticias de última hora de las celebridades, incluida Paris Hilton hablando sobre su paso por la cárcel en 2007 y los amigos y familiares de Michael Jackson hablando sobre su muerte en 2009.
King se jactó de no prepararse nunca demasiado para una entrevista. Su estilo de no confrontación relajó a sus invitados y lo hizo que fueran fácilmente identificables con su audiencia.
“No pretendo saberlo todo”, dijo en una entrevista con Associated Press en 1995. “No, ‘¿Qué hay de Ginebra o Cuba?’ Pregunto, ‘Señor. presidente, ¿qué es lo que no le gusta de este trabajo? o ‘¿Cuál es el error más grande que cometió?. Es fascinante”.
En un momento en que CNN como el único actor en las noticias por cable se consideraba políticamente neutral, y King era la esencia de su postura intermedia, las figuras políticas y las personas en el centro de las controversias buscaban su programa.
Y era conocido por recibir invitados que eran notoriamente esquivos. Frank Sinatra, que rara vez concedía entrevistas y a menudo arremetía contra los periodistas, habló con King en 1988 en la que sería la última gran aparición televisiva del cantante. Sinatra era un viejo amigo de King y actuó en consecuencia.
0 comentarios:
Publicar un comentario