Para inicios de marzo, la variante Delta del virus SARS-CoV-2 estaba en el 2.8% de las personas con COVID-19 en India. Un mes después, esta versión mutada del coronavirus acaparaba el 21% de los contagiados en ese país. Para mayo, estaba en el 70%.
Para ese entonces, India reportaba una de sus peores oleadas de infecciones. Los hospitales estaban abarrotados con infectados y los abastos de oxígeno no eran suficientes para tantos pacientes con bajos niveles de oxigenación. Durante esos primeros días de mayo, se registraban más de 400,000 infecciones al día y sobre 4,000 muertes diarias en este país con 1,380 millones de habitantes.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) clasifica esta variante como una de preocupación, porque se contagia con más facilidad que otras versiones del virus. Los tratamientos monoclonales son menos efectivos en los infectados con esta variante.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió el viernes que el mundo se encuentra en un “período muy peligroso” de la pandemia de COVID-19, ya que en casi 100 países se ha identificado la altamente contagiosa variante Delta.
“He exhortado a gobernantes en todo el mundo que garanticen que para esta época del año próximo se haya vacunado el 70% de la gente en cada país”, con lo cual acabaría la fase aguda de la pandemia, aseguró.
La vacuna contra el COVID-19 elaborada por la farmacéutica Janssen –propiedad de Johnson & Johnson- hasta ahora ha probado ser efectiva contra la variante Delta. El antídoto elaborado por Pfizer-BioNTech, por su parte, ha mostrado un 88% de efectividad. La versión de Moderna ha mostrado indicadores similares, según informes de The New York Times.
La amenaza para la población, en teoría, varía según los niveles de vacunación alcanzados. Actualmente, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Israel, Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, China, Italia y Francia figuran entre las jurisdicciones con más dosis de vacunas administradas por habitante. Entre ellos, Francia es el menos que ha vacunado con 81 dosis por cada 100 habitantes. Esto es casi el doble de este mismo índice a nivel mundial (40 por cada 100), según el tablero informativo Our World Data, de la Universidad de Oxford.
Aun así, los países europeos están tratando de acelerar sus campañas de vacunación contra el COVID-19 para superar el ritmo al que se propaga la variante Delta del coronavirus y evitar que los hospitales vuelvan a llenarse de pacientes luchando por sus vidas. Se estima que, para finales de agosto, el 90% de los casos que se registren en la Unión Europea estarán causados por esta variante.
“Es muy importante avanzar con las campañas de vacunación a un ritmo muy alto”, advirtió, el sábado, la agencia.
Atentos a alzas en contagios
La cifra de contagios diarios está incrementando ya considerablemente en países como Gran Bretaña, Portugal y Rusia.
En Inglaterra, los nuevos casos de la variante Delta se han cutriaplicado en menos de un mes, y los reportados el viernes superaban en un 46% el dato de la semana anterior.
Las autoridades de salud portuguesas informaron la semana pasada un aumento “vertiginoso” en la prevalencia de la variante Delta, que representó apenas el 4% de los casos en mayo, pero supuso casi el 56% en junio. El país registra su peor tasa diaria de contagios desde febrero, con más de 2,000 contagios diarios, y el número de pacientes hospitalizados con COVID-19 ha superado los 500 por primera vez desde abril.
Los reportes de nuevas infecciones en Rusia se han más que duplicado en junio, superando la barrera de las 20,000 diarias esta semana. Ayer se reportaron 737 decesos, la cifra más alta para un solo día.
Pese a esto, “nadie quiere ningún confinamiento”, dijo el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, en una conferencia de prensa, aunque admitió que la situación en varias regiones del país es “tensa”.
En algunas zonas, el virus se propaga mucho más rápido entre los jóvenes. En España, la tasa nacional de contagios a 14 días por cada 100,000 habitantes se elevó a 153 el lunes. Pero en el grupo de edad de 20 a 29 años, la cifra es casi tres veces mayor.
Situaciones similares se han observado en otras partes del planeta.
En Irán, el presidente Hassan Rouhani advirtió que el país podría enfrentar una nueva oleada de infecciones ante la propagación de la variante Delta, especialmente en la parte sur del país. El gobernador provincial, Ahmad Ali Mouhebati, predijo un aumento en los casos debido a los viajes y las celebraciones asociadas con las festividades religiosas de la época, informó The Associated Press.
Por su parte, Sudáfrica anunció recientemente la aprobación una vacuna de manufactura china en medio de una tercera ola de COVID-19 que, impulsada por la variante Delta, está dejando cifras de contagios récord.
De acuerdo a los últimos datos, publicados por las autoridades sanitarias sudafricanas, Sudáfrica registró el pasado viernes 24,270 nuevos contagios, lo que supone mayor aumento para una sola jornada registrado hasta la fecha por el país austral. Los fallecidos en Sudáfrica por el coronavirus superan las 61,332 personas.
Retoman los confinamientos
La variante Delta está presente ya en 13 naciones africanas y su expansión está disparando los contagios, con situaciones mucho más críticas a nivel sanitario que las registradas en el pasado. Pese a la complicada situación sanitaria actual, la vacunación avanza muy lenta en la región, donde poco más del 1% de los habitantes tiene la pauta completa.
Indonesia, por su parte, optó el sábado por un endurecimiento en las medidas para combatir el fuerte brote del COVID-19 que se registra en el país vinculado a la expansión de la variante Delta.
Las autoridades han impuesto un confinamiento parcial que durará hasta el 20 de julio y que se centra especialmente en las islas de Java, que alberga más del 50% de los 270 millones de habitantes del país, y la turística Bali.
Las autoridades sanitarias informaron el lunes 29,735 nuevos casos y 558 muertos fallecidos, las cifras más altas en el país desde el inicio de la pandemia.
Aunque la orden no obliga a las personas a quedarse en todo momento en su hogar, impone un cierre temporal en escuelas, recintos religiosos, parques, museos, estadios deportivos, centros comerciales, bares y restaurantes, entre otros lugares.
La Cruz Roja alertó la semana pasada el riesgo del colapso de los hospitales en Indonesia, donde, según datos oficiales, el 47 por ciento de las camas hospitalarias están ocupadas, cifra que llega al 93 por ciento en el caso de Yakarta.
Este no es el único país que pasa por esto en el sudeste asiático. Las autoridades malasias, donde desde hace días hay un confinamiento parcial, también comenzaron a aplicar medidas más restrictivas sobre Kuala Lumpur y sus ciudades satélites, con un toque de queda nocturno y la limitación de salidas a una persona por hogar.
Mientras que, en Tailandia, donde las medidas son más laxas, este sábado se registraron 6,230 nuevos casos y 41 muertos y continúa con su línea ascendente en infectados diarios.
Camboya, junto a Singapur el país que mejor avanza con la campaña de vacunación, ha registrado en las dos últimas jornadas alrededor de 1,000 casos por día y números máximos de fallecidos, por lo que las autoridades estudian imponer nuevas medidas de distancia social a las ya vigentes.
La variante Delta también se ha identificado en casi todos los países sudamericanos, los cuales llevan batallando desde hace meses con otra variante de preocupación identificada en primera instancia en Brasil. No todos, sin embargo, tienen transmisión comunitaria del virus.
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