Lisboa- La brasileña Keli Oliveira, de 32 años, fue condenada hoy a 24 años de prisión por haber matado en diciembre de 2012 a sus dos hijos, de once meses y dos años y medio, al incendiar la casa en la que vivía con su pareja en las afueras de Lisboa.
El Tribunal de primera instancia de Alenquer, la localidad a 47 kilómetros de Lisboa donde sucedió la tragedia, consideró a Oliveira culpable de dos homicidios, de un delito de daños y de otro de malos tratos.
La condenada, que justificó en el juicio la muerte de sus dos hijos para vengarse del padre de ambos, estaba en prisión preventiva desde el 24 de diciembre pasado, cuando las autoridades lusas la detuvieron después de cuatro días en fuga.
La brasileña, quien afirmó sufrir una depresión profunda, alegó que el padre, de nacionalidad portuguesa, quería separarse de ella y temía que se quedase con la custodia de los menores, pues ella estaba en Portugal de forma ilegal y desempleada.
Durante el juicio, iniciado el pasado junio, mostró arrepentimiento por lo que hizo a sus hijos, pero no se retractó del dolor que dice haber causado tanto al padre como a su suegra.
""Yo no me quedaría con mis hijos, pero él (compañero y padre de las víctimas) tampoco se iba a quedar", declaró ante los jueces Oliveira.
El homicidio de ambos menores conmocionó a la opinión pública lusa, especialmente por la aparente frialdad de la condenada, quien llegó a avisar por teléfono a su suegra del incendio que causó la muerte de los niños.
0 comentarios:
Publicar un comentario