De acuerdo con el vocero de la Policía Nacional, la filmación ocurrió el pasado 7 de septiembre a las 2:00 de la tarde. Las artistas habrían ingresado al recinto vestidas de manera común, alegando que contaban con permisos oficiales para realizar la grabación. El hecho no fue detectado a tiempo por el personal de seguridad de la institución.
Sin embargo, las autoridades del centro educativo desmintieron haber otorgado autorización para dicho rodaje. Esta aclaración ha puesto en evidencia posibles fallas en los controles de acceso, abriendo un cuestionamiento sobre cómo fue posible que el equipo de producción entrara al plantel sin contar con los permisos correspondientes.
El caso ha reavivado la indignación en la opinión pública, donde padres, docentes y líderes comunitarios exigen medidas más estrictas para resguardar las escuelas de actividades ajenas a su naturaleza. En redes sociales, decenas de usuarios han manifestado que resulta inaceptable que un espacio dedicado a la educación se utilice con fines que contradicen la formación en valores.
Ante la controversia, el ministro de Educación, Luis Miguel De Camps, advirtió este fin de semana que “habrá consecuencias” y dispuso la apertura de una investigación para esclarecer las responsabilidades tanto dentro del plantel como en las instancias administrativas. El funcionario reiteró el compromiso de velar por la integridad de los espacios escolares y garantizar que no se repitan situaciones de esta índole.
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