Las identidades de los infectados, supervisados en hospitales del
condado Westchester no fueron reveladas de inmediato por los
investigadores, pero advirtieron que quienes se tatúan sus cuerpos
deben tener sumo cuidado y escoger certeramente los centros dedicados a
esa labor.
También las autoridades señalaron que la colocación de “piercings”
(agujeros) puede ser igual de peligroso para quienes se colocan
argollas y accesorios en los huecos que se hacen en distintas partes,
incluyendo las áreas de los órganos sexuales.
Para la mayoría de los que se hacen tatuar, los dibujos y símbolos
que se les dibujan con instrumentos especiales, representan una
variedad de recuerdos personales y familiares, inclusive, los nombres
de compañeros y compañeras sentimentales.
PERO HAY UN PROBLEMA.
Los expertos en la materia sostienen que es mucho más difícil y
costoso remover los tatuajes después de hechos que mantenerlos o
modificarlos, por lo que muchos optan por lo segundo en vez de pagar
para quitarse los diseños.
Una reciente encuesta del sitio Harris Interactive arrojó que el 17%
de los norteamericanos que se tatúan nombres y otros emblemas en sus
cuerpos, se arrepienten de ello.
Entre las razones más socorridas está la de que las personas que
amaron o con las que tenían relaciones sentimentales y cuyos nombres se
tatuaron ya no existen en sus vidas.
El doctor Mitchell Chasin, director médico de la clínica de estética
“Reflections” en New Jersey y especialista en el tema, explica que el
costo por cada sesión para borrar un tatuaje oscila entre los $250 y
los $400 dólares.
Quitar los tatuajes con rapidez o lentitud, depende del color de la
tinta. Remover la negra es mucho fácil que la roja y con la verde se
hace más rápido que con la amarilla. Su clínica es visitada por entre 250 a 300 pacientes mensualmente.
El procedimiento utiliza generalmente el sistema láser tradicional, pero puede durar meses debido a que el usuario tiene que someterse a varias sesiones.
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