Las recientes críticas de Jim Carreyal contenido de la película Kick Ass 2 , que estrenará en la pantalla grande en noviembre, hacen recordar a aquellos actores para quienes sus papeles terminaron por convertirse en un trago amargo.
El actor canadiense, que interpretará al coronel Stars and Strips en este filme, y quien es conocido por algunos roles poco aclamados por la crítica, siempre ha manifestado su oposición a la libre venta de armas en Estados Unidos.
“Hice Kick Ass un mes antes de (el antentado de) Sandy Hook y ahora mi conciencia no me permite apoyar esta clase de violencia”, dijo a través de su cuenta de Twitter.
La matanza en esa escuela en Connecticut significó un episodio terrible en la historia reciente de Estados Unidos: un sujeto ingresó armado y le quitó la vida a 20 niños y a seis profesores.
Los principios morales de Carrey no son los únicos que han contradicho sus interpretaciones. Un caso muy recordado es el de la actriz francesa María Schneider, y su participación en la película El último tango en París (1972), que estuvo censurada durante varios años.
Una ocurrencia del director Bernardo Bertolucci y del actor Marlon Brando, sin consultarle a la actriz –entonces de 19 años–, hizo que el mundo nunca pudiera olvidar una escena muy explícita.
De hecho, ella luego confesó que las lágrimas que vierte en ese momento son reales.
“Nunca he perdonado a Bertolucci por esto y no le he vuelto a ver ni hemos hablado desde entonces”, declaró Schneider a El Mundo en 1988, pues aseguró haberse sentido utilizada.
Otra película de corte erótico fue la que encasilló por siempre el nombre deSylvia Kristel, la protagnista de Emanuelle (1973), algo de lo que ella luego se quejó, sobre todo porque su paga fue ínfima.
Kristel, quien falleció el año pasado, fue víctima de rumores de frigidez a raíz de sus fallidas relaciones. Sin embargo, ella misma reveló que nunca se pareció, en la vida real, a la candente mujer del collar de perlas y el sillón de mimbre.
“La realidad es que yo recibí una severa educación religiosa, había sufrido abusos sexuales, contemplaba mi cuerpo sin la menor satisfacción. Muchos amantes me han reprochado mi pasividad en la cama y mi falta de imaginación. Emanuelle era lo contrario que yo”, admitió a El Mundo en el 2006.
Para olvidar. Resulta complicado creer que enfundarse en los trajes de Gatúbela y Batman pueda ser un mal episodio en una carrera, pero George Clooney y Halle Berry demostraron que los ídolos de los cómics pueden cargar con el calificativo del fracaso.
Clooney se convirtió en 1997 en el Batman más criticado de todos los tiempos. “Creo que pudimos haber asesinado la saga”, afirmó.
Siete años más tarde, Berry, quien acababa de ganar un Óscar por su papel en Monster’s Ball , vivió el mayor bache de su carrera debido a Catwoman .
“Quiero agradecer a Warner Brothers. Gracias por ponerme en semejante pedazo de m... de película. Era justo lo que mi carrera necesitaba, estaba en lo más alto y Catwoman me sumergió hasta el fondo”, dijo la actriz a l recibir el premio Razzie a la peor intérprete.
Caso contrario sucedió con Kate Winslet, la eterna Rose de Titanic (1997). La británica admitió que detestaba el acento estadounidense que tuvo que emplear, casi tanto como el tema My Heart Will Go On , de Celine Dion. Sin embargo, fue este papel el que la catapultó a la fama.
Lo que dejó Star Wars. Jake Lloyd, aquel pequeño Anakin Skywalker, tuvo que cargar con las burlas de sus compañeros de clase luego de Episodio 1: La amenaza fantasma .
“Mi infancia fue un infierno..., y tenía 60 entrevistas al día”, confesó años después, cuando le cuestionaron por qué dejó la actuación.
Otra de las más grandes inconformes con la saga fue Carrie Fisher, la Princesa Leia.
Según dijo, fue asediada por geeks y esto le ocasionó problemas mentales. La actriz incluso se quejó de que una fotografía suya en ese papel se usara para ilustrar un libro universitario de Psicología Anormal.
Además, en el 2011 hizo un monólogo sobre la tragedia que implicó para su vida haber aceptado ese papel, el cual se transmitió a través de la cadena HBO.
Su pareja en esa trilogía, Han Solo, es también el personaje más odiado del célebre Harrison Ford, quien ni siquiera soporta que le mencionen al capitán del Halcón Milenario. “Eso ya terminó para mí”, juró años atrás en los premios MTV.
No obstante, ahora que Disney se encargará de cumplir de nuevo el sueño de los fanáticos de la saga, aceptaría retomar ese papel.
La muerte de Obi Wan Kenobi en la primer película (1977) acrecentó el odio de Alec Guiness por Star Wars , a la que calificó como “basura de cuento de hadas”. Por eso, pidió que tiraran todos los correos de los fanáticos sin siquiera abrirlos para echarles un vistazo.
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