Luis Suárez volvió a ser tema de polémica en el encuentro de la fase de grupos entre Uruguay e Italia al, aparentemente, morder al defensa central italiano Giorgio Chiellini, quien cubría al delantero sudamericano.
La jugada se dio en el segundo tiempo, cuando el uruguayo ingresó al área grande, y el central intentó detenerlo abrazándolo, y ante la desesperación, el delantero tomó del brazo al italiano y le mordió el hombro izquierdo, lo que provocó que Chiellini le tirara un golpe, que no conectó y después cayera. Suárez fingiera haber recibido el manotazo en la cara.
El árbitro mexicano, Marco Antonio Rodríguez, quien fue encargado de llevar el cotejo no sacó ninguna tarjeta ante esto, a pesar de que Chiellini le mostró la zona en la que Suárez le clavó sus dientes.
No es la primera vez que Luis muerde a un rival. En abril 2013, el uruguayo atacó al serbio Branislav Ivanovic, en un encuentro de la Premier League entre el Chelsea y Liverpool.
En aquel suceso la FA decidió imponer una sanción de 10 partidos de suspensión para el uruguayo.
Cuando jugaba en el Ajax, también hizo de las suyas, al morder a Otman Bakkal del PSV Eindhoven. Suárez no fue amonestado, pero después recibió siete juegos de sanción.
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