SANTO DOMINGO. David Ortiz se siente perseguido por la política de dopaje de las Grandes Ligas. Es lo que se desprende de un amplio artículo que aparece firmado por el toletero en el portal theplayerstribune.com, el sitio de Derek Jeter, dedicado a los atletas.
Ortiz estima que ha sido sometido a más de 80 pruebas de dopaje desde 2004, e incluso en el invierno pasado le visitaron a su casa en la Rep. Dom. a las 7:30 de la mañana una pareja de doctores para tomar muestras de sangre.
En el artículo firmado por Ortiz bajo el título “The Dirt” (La suciedad), el bateador designado confiesa que creció en un sector en el que escuchaba tiroteos todos los días, vio asesinar personas y su padre golpeaba a su madre.
Ortiz atribuyó su crecimiento como jugador con el paso del tiempo a base de preparación mental, a su rutina de trabajo y al tiempo que invierte al estudio de los lanzadores con vídeos.
“En 75 años, cuando haya muerto, no me importará si estoy en el Salón de la Fama. No me importará si un grupo de periodistas saben la verdad sobre quién soy en mi interior y lo que he hecho en este juego. Me preocupa que mis hijos sepan la verdad”, escribió Ortiz.
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