A menos de un año de haberse divorciado del actor y cineasta español Antonio Banderas, la actriz estadounidense Melanie Griffith borró definitivamente la última prueba que quedaba de su historia de amor: el tatuaje que se hizo en su brazo derecho y que leía claramente “Antonio”.
En junio del pasado año, se hizo público el anuncio del divorcio entre ambos artistas. Pocos días después, la actriz se dejó ver en un acto público con el tatuaje parcialmente cubierto. Ahora, Griffith ha decidido quitárselo de manera definitiva y para ello, está siendo sometida a sesiones en una clínica dermatológica de Beverly Hills. Esta semana, Griffith se dejó ver saliendo del establecimiento con un bendaje cubriendo la zona en la que estaba su famoso tatuaje.
Cuando Melanie Griffith apareció con el tatuaje dedicado a su flamante esposo, hace 18 años atrás, provocó un revuelo, pues entonces los tatuajes no estaban tan popularizados entre las estrellas de Hollywood, mucho menos entre las féminas y aún menos en el caso de una mujer adulta.
Luego este modo de sellar un amor se pondría de moda entre famosos, que luego han recurrido a borrarlos o cubrirlos con más tatuajes cuando el idilio termina.
Este ha sido el caso por ejemplo de Johnny Depp, quien por un tiempo lució también en un brazo un tatuaje que leía “Winona Forever” en honor a la actriz Winona Ryder, con la que vivió un tórrido romance.
Recientemente trascendieron las imágenes del rapero y animador Nick Cannon quien se había tatuado el nombre de su esposa, la diva del pop Mariah Carey a lo largo de su espalda. Ahora que están en pleno divorcio recurrió a cubrir el nombre de la madre de sus gemelos Monroe y Moroccan con más tatuajes, incluyendo una inmensa imagen de Cristo crucificado, dos querubines con las caras de sus hijos y un mensaje que reza “Perdónalos porque no saben lo que hacen”.
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