La encuesta más reciente de Consulta Juvenil
X reveló que los adolescentes que usan marihuana tienen un riesgo tres veces mayor de tendencias suicidas en comparación con menores que no consumen esta sustancia.
Además, los investigadores encontraron que dichas tendencias suicidas aumentan a un 10.1% en las mujeres, en comparación con un 5.1% en los hombres.
Estos fueron algunos de los hallazgos principales de la encuesta que realiza la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca) en estudiantes de nivel intermedio y superior de escuelas públicas y privadas del país.
Esta encuesta, que recoge datos del 2018 al 2020, coincide con un estudio de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) divulgado esta semana que advierte que el uso de cannabis puede estar asociado con tendencias suicidas en adultos jóvenes.
“La percepción de riesgo de utilizar marihuana está en su nivel más bajo, pero el uso (de cannabis) está en su nivel más alto. O sea que (los menores encuestados en el país) perciben que (la marihuana) no causa daño a su salud”, resaltó el doctor Juan Carlos Reyes, investigador de Consulta Juvenil.
El sondeo del NIH, en el que participaron 280,000 jóvenes de 18 a 35 años, encontró que la marihuana estaba asociada a un mayor riesgo de ideación, planificación e intento de suicidio. En la encuesta de Consulta Juvenil participaron 8,603 estudiantes de séptimo a duodécimo grado, pero sus datos se extrapolaron a los menores de 12 a 17 años en la isla.
Según Reyes, Consulta Juvenil X encontró que el uso de marihuana está estrechamente vinculado a conductas suicidas, especialmente intentos suicidas, independientemente de que el menor haya mostrado o no síntomas de depresión. Mencionó, además, que un análisis de los hallazgos descubrió que el 7.6% de los participantes (15,010 jóvenes) entre 12 y 17 años intentaron suicidarse en el último año.
“Es importante que los padres estén atentos a los primeros indicadores de cuando un adolescente se inicia a sustancias como la marihuana, al igual que los síntomas de depresión, porque hay una relación bien fuerte entre ambas comorbilidades”, sostuvo Reyes.
La siquiatra Karen Martínez coincidió en que el uso del cannabis en adolescentes y adultos jóvenes de 12 a 26 años se asocia a efectos secundarios siquiátricos, como síntomas depresivos con manifestaciones de desmotivación y desgano, entre otras.
“Algunos pacientes han tenido ideación suicida, pero es difícil decir que fue por la marihuana. Ahora, hay suficientes estudios que indican que el uso de cannabis por un joven cuyo cerebro está en desarrollo provoca cambios en el estado de ánimo y sicosis”, señaló.
Según Martínez, la legalización del uso de cannabis medicinal envió un mensaje de que este producto es un medicamento que puede usarse abiertamente, cuando la realidad es que debe ser bajo recomendación y supervisión médica.
Para Juan Rivera, administrador auxiliar de prevención de Assmca, un dato preocupante es el mecanismo que los jóvenes utilizan para consumir cannabis: inhaladores eléctricos o dispositivos para “vaping”. Según la encuesta, 22.7% de los participantes dijeron alguna vez haber inhalado una sustancia, mientras el 22% sostuvo no saber qué sustancia habían consumido por esa vía.
“Con toda probabilidad, los problemas de depresión y ansiedad que medimos ahora (en Consulta Juvenil XI) van a subir por la pandemia”, dijo Rivera, quien comentó que la próxima edición de la encuesta se llevará a cabo de forma remota.
Wilmayra Villafañe, coordinadora de la División de Niños, Jóvenes y sus Familias de la Assmca, advirtió que conductas de aislamiento en adolescentes los llevan a irritabilidad, depresión y ansiedad. Añadió, además, que el uso de cannabis en la adolescencia, cuando el cerebro aún está en desarrollo, puede inducir episodios de sicosis, esquizofrenia, ideación suicida, pérdida de memoria, falta de concentración y dificultades en el aprendizaje.
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