EFE. BUENOS AIRES. Haití afronta brotes de enfermedades respiratorias, diarreicas, altos índices de desnutrición y un aumento de la violencia contra la mujer a raíz del terremoto sufrido en enero pasado, advirtió hoy un informe de Médicos del Mundo divulgado en Buenos Aires."Un millón y medio de personas siguen viviendo en espacios públicos en más de 600 campamentos. Tienen problemas de hacinamiento, malas condiciones en acceso al agua, en saneamiento básico y conviven con basureros a cielo abierto", señaló a Efe el presidente de Médicos del Mundo Argentina, Gonzalo Basile, quien regresó días atrás de una misión humanitaria en Haití.
El sismo del pasado 12 de enero dejó 300 mil muertos, 300 mil heridos y causó pérdidas económicas que superan en un 20 por ciento al monto del producto interior bruto haitiano, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La organización humanitaria, que llevó a cabo cinco mil atenciones sanitarias durante su reciente misión en Haití, pidió en el informe que los países latinoamericanos profundicen su "solidaridad" con Haití para hacer frente a "la crisis sanitaria" que padece.
En este sentido, consideró que el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur, formada por los doce países de la región) deben jugar "un papel central" en la cooperación.
"Haití ya tenía una crisis epidemiológica antes del sismo. Es muy difícil acceder a la salud por barreras geográficas y económicas. Pero el terremoto agravó la situación", explicó Basile.
El titular de la filial de Médicos del Mundo en Argentina indicó que más del 60 por ciento de la población del país caribeño tiene índices de desnutrición y la cobertura de vacunación es menor al 70 por ciento, lo que causó brotes de sarampión y rubeola.
"En marzo realizamos una misión y regresamos ahora para continuar con la ayuda, pero la fotografía, cuatro o cinco meses después, sigue siendo igual", evaluó Basile.
El jueves, incluso, la ONU alertó de que la relativa calma en Haití se ve amenazada por la inestabilidad política previa a las elecciones del próximo noviembre y el incremento de la influencia de las redes de narcotráfico.
El pasado martes, los presidentes ecuatoriano, Rafael Correa, y el haitiano, René Préval, establecieron formalmente en Puerto Príncipe la Secretaría Técnica y Política Unasur-Haití y lanzaron un plan de acción de 100 millones de dólares para la reconstrucción del país caribeño.
Según dijo la semana pasada el primer ministro haitiano, Jean Max Bellerive, tardará "años" mejorar la situación del país, donde, según el Gobierno, unas 700 mil personas permanecen en las calles.
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