"La absolución del culpable es la condena del juez". Publio Siro.
El fallo de la Tremenda Corte.
Con el fallo de ayer de la Liga de Béisbol, anulando el juego de Águilas y Escogido del pasado 7 de diciembre con todas las estadísticas individuales que incluye la joya de pitcheo de Bartolo Colón, para ser celebrado el 22 de este mes en caso de "ser necesario", esta sentencia le ganó por la milla a los veredictos de Aníbal de Mar, el tremendo juez de la Tremenda Corte cuando le pedían "venga la sentencia".
En su fallo, la Liga de Béisbol "reconoce que ha habido una franca violación por el equipo de las Águilas Cibaeñas al Artículo 18 del Reglamento para el Campeonato 2010-2011, que establece que ningún jugador nativo o importado podrá entrar a juego sin ser previamente inscrito en las oficinas de la Liga al traer al montículo al lanzador Wilkins Arias sin ser subido o activado en cumplimiento al Artículo 23, que condiciona su inclusión a simplemente participarlo por escrito al Presidente de la Liga en tiempo hábil". Si hubo una "franca violación", lo correcto era la confiscación, no la anulación. Porque no hay medio asesino, ni medio ladrón, ni medio corrupto, ni medio charlatán.
Se olvidó en el fallo devolver el dinero de las boletas a los que pagaron por un juego que ya no existe.
Si hoy o mañana, un equipo se ve corto de pitcheo y coloca un lanzador fuera de roster, con esta jurisprudencia habrá que también anular el partido y la esencia del juego se convertirá en un relajo como eran los fallos famosos de la Tremenda Corte.
El 3 de enero de 1988, en La Romana, Dave Johnson, lanzador derecho de las Águilas Cibaeñas, lanzó un juego sin hits ni carreras de siete entradas a los Toros del Este. El presidente de la Liga, el licenciado Juan Francisco Puello Herrera, "haciendo cumplir los Reglamentos del Torneo", que estipulaban que los dobles juegos eran de 9 innings, anuló el mismo y les ordenó a los equipos completar las dos entradas faltantes. Sucedió que los dos dirigentes, en violación a los Reglamentos del Torneo se pusieron de acuerdo y jugaron el doble juego a siete entradas.
Tomado de Diario Libre.
BRV.
El fallo de la Tremenda Corte.
Con el fallo de ayer de la Liga de Béisbol, anulando el juego de Águilas y Escogido del pasado 7 de diciembre con todas las estadísticas individuales que incluye la joya de pitcheo de Bartolo Colón, para ser celebrado el 22 de este mes en caso de "ser necesario", esta sentencia le ganó por la milla a los veredictos de Aníbal de Mar, el tremendo juez de la Tremenda Corte cuando le pedían "venga la sentencia".
En su fallo, la Liga de Béisbol "reconoce que ha habido una franca violación por el equipo de las Águilas Cibaeñas al Artículo 18 del Reglamento para el Campeonato 2010-2011, que establece que ningún jugador nativo o importado podrá entrar a juego sin ser previamente inscrito en las oficinas de la Liga al traer al montículo al lanzador Wilkins Arias sin ser subido o activado en cumplimiento al Artículo 23, que condiciona su inclusión a simplemente participarlo por escrito al Presidente de la Liga en tiempo hábil". Si hubo una "franca violación", lo correcto era la confiscación, no la anulación. Porque no hay medio asesino, ni medio ladrón, ni medio corrupto, ni medio charlatán.
Se olvidó en el fallo devolver el dinero de las boletas a los que pagaron por un juego que ya no existe.
Si hoy o mañana, un equipo se ve corto de pitcheo y coloca un lanzador fuera de roster, con esta jurisprudencia habrá que también anular el partido y la esencia del juego se convertirá en un relajo como eran los fallos famosos de la Tremenda Corte.
El 3 de enero de 1988, en La Romana, Dave Johnson, lanzador derecho de las Águilas Cibaeñas, lanzó un juego sin hits ni carreras de siete entradas a los Toros del Este. El presidente de la Liga, el licenciado Juan Francisco Puello Herrera, "haciendo cumplir los Reglamentos del Torneo", que estipulaban que los dobles juegos eran de 9 innings, anuló el mismo y les ordenó a los equipos completar las dos entradas faltantes. Sucedió que los dos dirigentes, en violación a los Reglamentos del Torneo se pusieron de acuerdo y jugaron el doble juego a siete entradas.
Tomado de Diario Libre.
BRV.
0 comentarios:
Publicar un comentario