
Esta movida respalda las declaraciones que emitió la semana pasada el presidente de los Yanquis, Randy Levine, quien advirtió que no tendrá conversaciones serias con Canó hasta que baje de su precio original de US$310 millones.
“Queremos a Robbie, quien es un jugador fantástico”, dijo Levine y añadió: “No tenemos interés en hacer tratos por 10 años y sin intereses en el pago de US$300 millones a cualquier jugador. Hasta que Canó no se ponga un poco más realista, no tenemos nada que hablar”.
Ahora parece que el dominicano y los Yanquis están separados en dólares.
Si algunos de los objetivos de los Yankees son concretizados antes de que Canó se decida, entonces -más que creer que desean que permanezca en el Bronx-, corre el riesgo de que los Yankees bajen su oferta y sigan adelante.
Reducir impuestos
Mientras, los Yanquis quieren a Canó de regreso, acordaron un contrato de US$85 millones con el receptor Brian McCann y participan en conversaciones con otros agentes libres, que están dentro de su meta de reducir la nómina de 2014 a menos de US$189 millones para dejar de pagar el impuesto de lujo.
No se duermen
Los objetivos de los Yanquis no han cambiado y una fuente dijo que no se están desacelerando y están siendo agresivos en el mercado. Actualmente están en conversaciones con los agentes de Carlos Beltrán, Hiroki Kuroda, Omar Infante y Stephen Drew.
También tienen interés en el japonés Masahiro Tanaka, Curtis Granderson, Choo Shin y Jacoby Ellsbury. De igual modo, tienen sus ojos puestos en el veterano cerrador Joe Nathan, quien lanzó para Texas.
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