“El Aeropuerto Luis Muñoz Marín (ALMM) es el punto de distribución de drogas más grande de Puerto Rico y el Caribe”.
Así lo expresó ayer la jefa de la fiscalía federal en Puerto Rico, Rosa Emilia Rodríguez, tras un operativo en el que detuvieron a varios empleados del ALMM al diligenciarse 26 órdenes de arresto.
Rodríguez señaló que su comentario respondía a la impresión que quedó tras la investigación de un meticuloso y estructurado esquema de una organización para traficar droga a través del ALMM a Estados Unidos.
Al recordar que es el caso más reciente de varios que han diligenciado en los pasados meses, Rodríguez refirió preguntas de los periodistas a la empresa Aerostar, que administra el ALMM, para que precise qué medidas tomará para enfrentar el tráfico de drogas a través de la instalación.
“Nosotros no estamos a cargo (del aeropuerto. Ustedes) saben que es una entidad privada. Ni el gobierno de Puerto Rico tiene injerencia”, manifestó Rodríguez en conferencia de prensa, en la que reiteró los estimados de que el 80% de la droga que llega se envía luego a los Estados Unidos.
“Hemos estado en conversaciones para que mejoren la seguridad. Nuestra respuesta es un taskforce (denominado AirTadd), pero nos tenemos que lavar las manos cuando hablamos que está administrado por una entidad privada”, agregó.
Sin embargo, Agustín Arellano, presidente de Aerostar Airport Holdings, la empresa que administra el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz, explicó que la seguridad en esas instalaciones es una responsabilidad compartida entre todas las agencias federales que operan allí.
“La seguridad en una instalación federalizada como es el aeropuerto no es responsabilidad de una compañía, es responsabilidad compartida de todas las agencias federales dentro del aeropuerto, y Aerostar también, que tiene alguna responsabilidad sobre algunas áreas. Pero -por ejemplo- nosotros no vemos toda la parte de carga porque eso lo ve también Aduanas, lo ve TSA, que inspecciona el equipaje de los pasajeros; USDA, que inspecciona el equipaje para frutas y ese tipo de cosas; y nosotros damos la vigilancia en los perímetros y algunas otras áreas. Pero es una responsabilidad compartida, no es solamente de Aerostar”, expuso el funcionario.
Arellano puntualizó que en ninguna de las dos redadas que se han realizado en el aeropuerto, han arrestado personal de Aerostar. "Básicamente, son personas que le dan servicios a líneas aéreas, personas de algunos concesionarios… pero nadie de Aerostar”.
El pasado 13 de febrero, las autoridades arrestaron a 12 empleados del aeropuerto, incluyendo a seis que trabajaban para la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés).
Esas detenciones, a su vez, fueron la secuela del arresto de otros dos oficiales de TSA en noviembre del año pasado. Pero, según las autoridades, el caso divulgado ayer presenta un panorama aún peor.
“A diferencia de otros arrestos que hemos hecho en el aeropuerto que involucran a empleados, esta en particular es una organización que estaba trabajando coordinadamente, directamente, con suplidores extranjeros”, dijo Ricardo Mayoral, director en Puerto Rico del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas inglés).
En horas de la madrugada, los agentes federales esposaron a varios empleados en su lugar de trabajo y los trasladaron a un salón con los otros detenidos en el mismo ALMM.
Según la acusación, estos empleados de compañías que operan en el aeropuerto eran el enlace entre el distribuidor y las “mulas” que abordaban aviones hacia Estados Unidos.
No se precisó en qué periodo habría operado el esquema ni cuánta droga habrían traficado.
El pliego acusatorio emitido por un gran jurado federal identifica como principal imputado a Humberto Concepción Andrades, a quien se le acusa de enviar kilos de cocaína a través de diversos medios al aeropuerto a través de los empleados.
Iván Ortiz, portavoz de ICE, precisó que Concepción Andrades no había sido arrestado, pues aún tramitan su extradición con el gobierno de la República Dominicana, donde reside.
Un tigre de mascota
No obstante, Rodríguez destacó que contra Concepción Andrade se emitió una alegación de confiscación por tráfico de drogas y lavado de dinero que incluye $4 millones, propiedades, vehículos y prendas de lujo, así como un tigre, que se alega que era su mascota.
Según la acusación, uno de los medios de distribución era a través de un empleado de la aerolínea JetBlue, quien se encontraba en un baño del aeropuerto con las “mulas” después de que habían pasado la seguridad de TSA y les introducía la droga en su equipaje de mano.
Otro método era con empleados de la aerolínea American Airlines, quienes supuestamente recibían el equipaje en el mostrador y le colocaban etiquetas como si ya lo hubieran inspeccionado. Entonces, lo colocaban en vuelos comerciales.
Además, otros empleados de la misma aerolínea fueron acusados de usar su beneficio de transportar carga gratuita en los vuelos de American Airlines para enviar cajas con narcóticos ilegales.
Mientras, los investigadores federales también encontraron que empleados de la compañía de limpieza Perfect Cleaning Services recibían droga del principal acusado, la llevaban al ALMM y se la daban a las “mulas” después de que habían pasado los puestos de seguridad.
Rodríguez dijo que también enviaban cocaína a través de aviones de las compañías de envío de paquetes DHL y UPS.
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