El movimiento más sonado fue la llegada de Doval, un brazo dominante que suma experiencia en juegos de alta presión. Para adquirirlo, los Yankees enviaron un paquete de cuatro prospectos a los Giants: el lanzador derecho Trystan Vrieling, el antesalista Parks Harber, el receptor Jesús Rodríguez y el zurdo Carlos De La Rosa.
Entre los jugadores cedidos, De La Rosa es quien mayor proyección tiene. A pesar de su corta estatura y dudas sobre su durabilidad como abridor, el joven lanzador dominicano ha impresionado en su primera temporada profesional con una recta que ronda los 90 millas por hora y un potencial intrigante como relevista de poder.
Jesús Rodríguez, por su parte, es un cátcher con habilidades defensivas en desarrollo, pero con un brazo fuerte. Su valor futuro dependerá en gran medida de su capacidad para hacer ajustes ofensivos, particularmente en la selección de sus turnos al bate.
Parks Harber aporta poder al bate, aunque su falta de una posición defensiva definida podría limitar su impacto en el sistema de los Giants. Mientras que Trystan Vrieling, seleccionado en la tercera ronda del draft de 2022, cuenta con una potente recta pero necesita pulir sus lanzamientos secundarios para avanzar en su desarrollo como abridor.
Con esta serie de adquisiciones, los Yankees dejan claro que están comprometidos con fortalecer su cuerpo de lanzadores para encarar la recta final de la temporada. Aunque no sumaron un bate de peso, la llegada de tres brazos de calidad podría marcar la diferencia en los partidos cerrados que definirán su destino en la postemporada.
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