Ella lo había dejado claro en la rueda de prensa de la semana pasada sobre su participación como protagonista del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl: cantó en vivo el himno nacional ante periodistas y les dijo, entre seguridad y diversión: “¿alguna pregunta?”.
Beyonce no solo cantó en vivo en el evento deportivo más importante del año en los Estados Unidos, como suele hacer en sus presentaciones, sino que lo hizo con éxito ante los millones de espectadores que sintonizan ese partido año tras año y que anoche, en su edición 47, vio enfrentarse a los Ravens de Baltimore y los 49ers de San Francisco en el Mercedes-Benz Superdome de Nueva Orleáns.
Un elaborado montaje con siluetas de Beyonce anunció la llegada del momento en el que tomaría el escenario para repasar un puñado de sus éxitos.
Algo del tema Love on Top fue la introducción para la canción Crazy in Love, la elegida para abrir el espectáculo en el que, como de costumbre, la coreografía no falló y su banda complementaron la puesta escénica de la guapa intérprete, que para la ocasión seleccionó un bodysuit en cuero diseñado por Rubin Singer. Extractos de Till the End of Time y de Baby Boy hicieron que Beyonce dominara cada nota mientras encandilaba por los efectos especiales que la mostraron como holograma multiplicada en una pantalla.
La reunión
Como se había especulado, Kelly Rowland y Michelle Williams aparecieron en el escenario para interpretar junto a Beyonce Bootylicious e Independent Women, dos de sus éxitos como la agrupación Destiny’s Child. Ambas se le unieron para cantar el éxito Single Ladies (Put a Ring on It) para rápidamente dejarla sola con su numeroso cuerpo de baile, característicamente configurado por mujeres como su banda.
Pero fue en la balada Halo que la cantante utilizó cada instante del tema para lucirse emocional y vocalmente y así cerrar el espectáculo en el que tampoco faltó la pirotecnia.
“Gracias por este momento. Dios los bendiga”, se despidió quien en el Super Bowl de 2004 cantó el himno de los Estados Unidos antes del partido.
Si bien la artista se ha probado a nivel interpretativo durante su carrera, la polémica la ha acompañado por haber usado play-back cuando cantó el himno de los Estados Unidos en la ceremonia de posesión del segundo mandato del presidente Barack Obama.
El año pasado, la presentación de Madonna fue la más vista en la historia del espectáculo de medio tiempo con cerca de 114 millones de espectadores, según Nielsen, y el evento más visto en la televisión norteamericana. El tiempo dirá si el espectáculo de Beyonce se convertirá en referente de su carrera y el propio espectáculo de medio tiempo del Super Bowl.
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