El perro que servía como mascota para los Yankees de Nueva York, un golden retriever llamado Chase, falleció este lunes a los 13 años.
El can, que estuvo en todos los juegos del equipo durante diez años y llevaba los bates en su hocico a los jugadores en el campo de juego, fue dignosticado con cáncer a principios de año y demostró dolores a causa de artritis.
Debido a los diagnósticos del veterinario, el equipo organizó una despedida para el fiel compañero en donde se repartieron alrededor de 2,000 muñecos entre los fanáticos para honrar la vida del can.
Chase ganó el cariño de peloteros como Joba Chamberlain y Mark Teixeira, asi también del público, a quienes robaba sonrisas en cada juego.
Eric Lipsman, vicepresidente del Trenton Thunder (organización de ligas menores afiliada a los Yankees), no ocultó su tristeza durante el juego celebrado el viernes. “Es un perro único. Vivía para esto. Amaba estar en el campo de béisbol. Es todo lo que puedo decir”, lamentó.
La organización decidió quedarse con Derby, el hijo de Chase, para “recordar y despertar el ánimo de un público que quedó con un vacío irrecuperable”, expresó el ejecutivo.
La organización decidió quedarse con Derby, el hijo de Chase, para “recordar y despertar el ánimo de un público que quedó con un vacío irrecuperable”, expresó el ejecutivo.



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