Hace una pausa en la promoción de su disco para estar en Brasil esta noche.
Amelia Vega
será la única figura de habla hispana que esta noche forme parte del
jurado que seleccionará a la nueva Miss Universo. Llegará en pocas horas
al Credicard Hall en Sao Paulo, Brasil, con recuerdos valiosos de
cuando fue elegida como la más bella del universo y el objetivo claro de
apoyar a la candidata que luzca “impresionante”.
La invitación para completar el panel de jueces le llegó apenas hace dos semanas, y de inmediato la Miss Universo 2003 hizo arreglos en su agenda. Será su segunda vez como evaluadora, tras haber formado parte del grupo en 2006, cuando se coronó a Zuleyka Rivera.
“Todo pasa muy rápido. Tenemos poco tiempo para observar a las chicas y votar por ellas. Así que en aquella ocasión no tuve mucho tiempo de pensar cuando estuve ahí [compitiendo], ni conectarme con la nostalgia”, expresó. “El público ve sólo las tres horas del espectáculo, pero poco conocen de lo que ha sucedido con las candidatas el mes antes. Sé por lo que están pasando estas chicas, sin embargo, espero ver lo mismo que todo el mundo, a una chica que se pueda desenvolver bien y que resulte impresionante”.
Hasta el pasado jueves, Vega no había decidido qué vestido lucirá durante la gala final. “Tengo varias opciones y otras me esperan en Brasil. No me mortifica mucho, la noche no es mía. Estoy pendiente a las tendencias, pero la comodidad es mi principal exigencia”, agregó, poco antes de viajar a Brasil desde su país, República Dominicana, donde disfrutaba de un día de playa.
Su regreso a la escena de Miss Universo ocurre en medio de la promoción de su disco Agua dulce, que representa para ella un gran sueño hecho realidad. Desde los 13 años está clara en su deseo de ser cantante y ahora, con 25, celebra la oportunidad.
“La música regala un proceso creativo maravilloso. Empecé escribiendo, con mucha hambre de hacer música, y tras dos años de trabajo llega mi primer disco, del cual me siento la dueña completa”, dijo. A la cantante le parece que hay gran coherencia entre los ritmos del álbum en el que tienen créditos Johnny Ventura y Juan Luis Guerra, tío de la joven. La mezcla es de ritmos tropicales y baladas, pero a Vega se le hace difícil verbalizar cómo es dicha fusión.
“Es muy difícil describir la música, es algo para los sentidos. Hay una sola manera de entenderla y disfrutarla, y escuchándola. En mi familia se oye de todo y a través del álbum quise ser honesta respecto a lo que me gusta. Pude pasear por lo que soy en mis gustos musicales, siendo fiel a mi esencia”, explicó.
La promoción de “Pasa un segundito”, carta de presentación del cancionero, le permitió cantar en Puerto Rico y Ecuador, así como abrir los conciertos de Marc Anthony y Chayanne en la República Dominicana. Ahora está de gira con Guerra y pronto visitará Centroamérica.
Si bien es cierto que su temporada como Miss Universo 2003 le regaló gran exposición y el parentesco con Guerra ha hecho que algunos quieran prestarle atención a su propuesta, Vega piensa que lo que cuenta realmente es el deseo de trabajar. “El éxito se alcanza a punta de talento y de mucho trabajo. Miss Universo fue una plataforma maravillosa para que mucha gente me conociera y eso abre las puertas, pero lo que las mantiene es el talento. El que te vaya bien no depende de eso, sino de tu esfuerzo individual”, destacó la cantante, quien vive en Miami hace seis años.
Por último, Vega sostuvo que está abierta a todas las posibilidades en la escena, pues la música “fue una necesidad y lo seguirá siendo”.
De People en Español
La invitación para completar el panel de jueces le llegó apenas hace dos semanas, y de inmediato la Miss Universo 2003 hizo arreglos en su agenda. Será su segunda vez como evaluadora, tras haber formado parte del grupo en 2006, cuando se coronó a Zuleyka Rivera.
“Todo pasa muy rápido. Tenemos poco tiempo para observar a las chicas y votar por ellas. Así que en aquella ocasión no tuve mucho tiempo de pensar cuando estuve ahí [compitiendo], ni conectarme con la nostalgia”, expresó. “El público ve sólo las tres horas del espectáculo, pero poco conocen de lo que ha sucedido con las candidatas el mes antes. Sé por lo que están pasando estas chicas, sin embargo, espero ver lo mismo que todo el mundo, a una chica que se pueda desenvolver bien y que resulte impresionante”.
Hasta el pasado jueves, Vega no había decidido qué vestido lucirá durante la gala final. “Tengo varias opciones y otras me esperan en Brasil. No me mortifica mucho, la noche no es mía. Estoy pendiente a las tendencias, pero la comodidad es mi principal exigencia”, agregó, poco antes de viajar a Brasil desde su país, República Dominicana, donde disfrutaba de un día de playa.
Su regreso a la escena de Miss Universo ocurre en medio de la promoción de su disco Agua dulce, que representa para ella un gran sueño hecho realidad. Desde los 13 años está clara en su deseo de ser cantante y ahora, con 25, celebra la oportunidad.
“La música regala un proceso creativo maravilloso. Empecé escribiendo, con mucha hambre de hacer música, y tras dos años de trabajo llega mi primer disco, del cual me siento la dueña completa”, dijo. A la cantante le parece que hay gran coherencia entre los ritmos del álbum en el que tienen créditos Johnny Ventura y Juan Luis Guerra, tío de la joven. La mezcla es de ritmos tropicales y baladas, pero a Vega se le hace difícil verbalizar cómo es dicha fusión.
“Es muy difícil describir la música, es algo para los sentidos. Hay una sola manera de entenderla y disfrutarla, y escuchándola. En mi familia se oye de todo y a través del álbum quise ser honesta respecto a lo que me gusta. Pude pasear por lo que soy en mis gustos musicales, siendo fiel a mi esencia”, explicó.
La promoción de “Pasa un segundito”, carta de presentación del cancionero, le permitió cantar en Puerto Rico y Ecuador, así como abrir los conciertos de Marc Anthony y Chayanne en la República Dominicana. Ahora está de gira con Guerra y pronto visitará Centroamérica.
Si bien es cierto que su temporada como Miss Universo 2003 le regaló gran exposición y el parentesco con Guerra ha hecho que algunos quieran prestarle atención a su propuesta, Vega piensa que lo que cuenta realmente es el deseo de trabajar. “El éxito se alcanza a punta de talento y de mucho trabajo. Miss Universo fue una plataforma maravillosa para que mucha gente me conociera y eso abre las puertas, pero lo que las mantiene es el talento. El que te vaya bien no depende de eso, sino de tu esfuerzo individual”, destacó la cantante, quien vive en Miami hace seis años.
Por último, Vega sostuvo que está abierta a todas las posibilidades en la escena, pues la música “fue una necesidad y lo seguirá siendo”.
De People en Español
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