Ramírez, de 39 años, y su esposa estaban discutiendo en el dormitorio cuando él le dio una bofetada, lo que provocó que ella se golpeara la cabeza con la cabecera de la cama, de acuerdo con un informe policial. Ella le dijo al ayudante del alguacil que temía que la situación empeorara y llamó a la policía.
Ramírez niega haber golpeado a su esposa, según el informe, y le dijo a un ayudante del alguacil que ella se golpeó la cabeza después de que él la ignoró. La esposa de Ramírez tenía lesiones consecuentes con su historia, pero no quiso recibir tratamiento médico.
El dominicano se retiró del béisbol en abril, cuando jugaba para los Rays de Tampa Bay, para no cumplir una suspensión de 100 partidos por su segunda violación a las reglas antidopaje de Grandes Ligas. El doce veces estelar había cumplido una suspensión de 50 partidos en 2009 cuando jugaba para los Dodgers de Los Angeles.
Uno de los grandes artilleros del deporte, Ramírez fue el Jugador Más Valioso del equipo de los Medias Rojas campeón de la Serie Mundial de 2004, cuando Boston acabó con una sequía de 86 años sin títulos.
Fue seleccionado de 13ro por los Indios de Cleveland en el draft amateur de 1991 y progresó rápidamente a través de las ligas menores con una exuberancia juvenil y un carisma natural.
Irrumpió en Grandes Ligas en 1993 y jugó su primera temporada completa el año siguiente, cuando terminó segundo detrás de Bob Hamlin, de los Reales, en la votación para el Novato del Año. Ramírez llegó a establecerse como uno de los bateadores más temidos del juego y lucía un peinado de rastas que parecía reflejar su actitud feliz y despreocupada.
Firmó con los Medias Rojas como agente libre en diciembre de 2000. Ayudó a la sufrida franquicia a ganar la Serie Mundial un año más tarde y a hacerlo de nuevo en 2007.
Los Medias Rojas lo traspasaron a los Dodgers en julio de 2008. De inmediato se convirtió en uno de los favoritos de los fanáticos en la costa oeste, con letreros de "Mannywood" que aparecían por la ciudad mientras guiaba a Los Angeles al título de la División Oeste de la Liga Nacional y a barrer a los Cachorros de Chicago en los playoffs. Las actuaciones definitivas lograron que Ramírez firmara un contrato de dos años por 45 millones de dólares.
Esos logros se esfumaron el siguiente mayo, cuando Ramírez dio positivo por gonadotropina coriónica humana, una droga para fertilidad femenina que se suele utilizar como esteroide.
Ramírez jugó sólo cinco partidos para los Rays, con un imparable en 17 turnos al bate.
No estaba claro de inmediato si Ramírez había designado a un abogado y los registros de la cárcel no incluían ese dato.
AP
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