Fernando Rodney llegó con una sonrisa de oreja a oreja cuando los lanzadores y los receptores se reportaron al Peoria Sports Complex, sede de los Padres de San Diego durante la primavera. “Me siento bien”, exclamó el dominicano. “Es una oportunidad de ponerme el uniforme”.
Rodney, quien a principios de este mes llegó a un acuerdo de una temporada con los Padres, no sólo estaba emocionado de unirse a su nuevo club, sino que también se mostró optimista de que su corva izquierda no lo aquejará tanto esta primavera. “La cosa no está tan mal. Me siento cerca, como en un 85 por ciento”, precisó Rodney.
Rodney sintió rigidez por primera vez en la corva mientras lanzaba en la Serie del Caribe por los Leones del Escogido, representantes de República Dominicana.
Los Padres vigilarán de cerca la condición de Rodney en el arranque de los entrenamientos y el derecho recibirá tratamiento en la corva izquierda por parte del personal médico del equipo. Si esto ocasiona que sus sesiones del bullpen sean un poco más lentas, no importará tanto, aseguró el piloto Andy Green.
“Su informe es que se siente bien. Vamos a controlar un poco lo que haga en los primeros días. Es algo que ya ha hecho antes. No necesitamos que el 19 o 20 de febrero salga a lanzar 100 millas por hora”, manifestó Green. “Queremos con tal de estar en forma para la recta
Rodney, quien cumplirá 39 años en marzo, está ansioso por recibir otra oportunidad de demostrar lo que es capaz de hacer luego de un desastroso 2015 - cuando fue designado para asignación por Seattle en agosto tras registrar efectividad de 5.68 y tener seis oportunidades de rescate desperdiciadas.
“El año pasado, no sé exactamente qué sucedió. En los primeros 20 juegos tuve como 16 salvamentos y fallé tres oportunidades. Decidieron hacerme a un lado. Si cuentas con un nuevo brazo que fue tu cerrador y logró 48 juegos salvados [como lo hizo Rodney en 2014 por Seattle] un año antes, y luego al siguiente año comienzas un poco lento, eso sucede en ocasiones”, expresó Rodney.
“Si observamos lo que sucedió el año anterior, eso le pasa a muchos cerradores”, destacó Rodney. “Ö Grandes equipos [en ocasiones] simplemente arrancan lento, hasta que encuentras tu ritmo y las cosas te salen bien. Ellos decidieron ya no mandarme a pitchar. No me gustó, pero eso es lo que sucedió”.
Los Padres quisieron estar bien seguros antes de firmar a Rodney por US$1.5 millón, con bonos de desempeño que harían ganar al dominicano hasta US$7 millones en el 2016.
El asistente del gerente general de San Diego, Fred Uhlman Jr., y el vicepresidente de escuchas, Don Welke, viajaron a la República Dominicana para verlo lanzar este invierno. Regresaron impresionados con su brazo y su sólida ética de trabajo.
“Eso es lo que me mantiene vigente en el béisbol”, dijo Rodney acerca de mantenerse en forma. “Cuando la temporada termina, me tomo tres semanas de descanso y luego comienzo con mis entrenamientos. Esa es la única forma en que puedes mantenerte en este juego”.
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