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15 may 2014
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Tempo no se da permiso para llorar

Los once años y medio en prisión por narcotráfico, sus vivencias en las calles, el negocio de la música que interpreta y la nueva oportunidad de reinvidicarse dentro de la libre comunidad son las razones principales para que el exponente urbano Tempo no exteriorice sus sentimientos.

“Ni lágrimas tengo”, asegura, así que permitirse llorar no es una posibilidad que contemple. Tampoco es un hombre de carcajadas, dice que priva sus emociones aun con los más cercanos.

“Soy una persona que guardo mucho mis emociones por el tipo de imagen que proyecto. Por los negocios hay que mantenerse receptivo por más bueno que esté el negocio. No soy una persona de muchas emociones. Hay cosas que me encantan y la gente puede pensar que a Tempo no le gustó y no es eso. Eso sí el corazón (en su concierto de este sábado) me va latir con fuerza. Sé que será un momento glorioso y único”, revela el artista ponceño que desde abril goza de la libertad que tanto añoró dentro de la cárcel.

Su discurso desde que salió de la cárcel ha sido el mismo: su deseo de poder demostrar que un convicto puede reivindicarse tras una lección aprendida. Eso sí enfatiza que como reo que fue, cargará con ese sello el resto de su vida por lo que ya experimenta desde el discrimen y rechazo hasta la aceptación y el aplauso de muchos en la sociedad.

Sobre su integración a la sociedad menciona que ha sido progresiva. Ahora contempla las cosas simples y sencillas, como mirar las estrellas por mucho tiempo o acercarse al mar.

Afirma que no vive con remordimientos y cargos de conciencia porque “yo cumplí mi condena”. Eso sí confiesa que no ha querido visitar un residencial público y que no teme por su vida.

“Todavía es la hora que no he pisado un residencial público. Todo el mundo sabe que soy de ahí, pero como tomé cursos de psicología en la prisión la palabra enfoque está en mi diario. Trato de ni siquiera pensar en eso. Estoy en un punto de mi vida que no quiero regresar. No quiero volver a perder años de mi vida. La próxima vez no me dan 24 años (sentencia) me a dar una vida. Ni tan siquiera lo he contemplado. Mis hijas y mi familia me necesitan”, revela el artista que reside en su natal Ponce.

Precisa estar ansioso por el espectáculo “Tempo Freedom” que realizará este sábado en el Coliseo de Puerto Rico, ya que reconoce que será su carta de presentación para continuar con los planes futuros que incluyen en un contrato discográfico que firmará pronto con Sony Music, el lanzamiento de su primer libro biográfico que comprenderá desde su nacimiento en 1977 hasta octubre del 2002 (cuando ingreso a prisión) y la producción de una película autobiográfica que según señala inicia en la cárcel y en la que adelanta contará con grandes actores internacionales en los que figuran puertorriqueños.

“Hay ansiedad, porque el proceso es agotador y a la vez confuso porque hace tanto no me presento en una tarima. Trato de no meterme esa presión, porque hay un público que me está esperando y espera lo mejor de mí para silenciar esa críticas. Hay un sector que esta loco que yo fracase. Es mi carta de presentación... es jugar en el clutch en el último parcial y el juego está empate y necesitas meter la bola. Soy un hombre muy espiritual y gracias al Señor tengo mi vida hecha con varias giras... y sé que voy a meter la bola al nivel que lo vamos a llevar”, afirma el exconvicto que dice que trata de buscar la paz a través de su familia, en especial con sus dos hijas. Los rostros de sus niñas los tiene tatuados en ambos brazos.

Entre los artistas que lo acompañan para el concierto figura Daddy Yankee, Wisin, J Alvárez, Fat Joe, el reencuentro de Buddha's Family y una sorpresa femenina que espera confirmar esta tarde, pero que se afirma se trata de la diva y compueblana, Ednita Nazario.
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Item Reviewed: Tempo no se da permiso para llorar Rating: 5 Reviewed By: César Doroteo