DICE QUE LE ADVIRTIERON SOBRE UN PLAN EN SU CONTRA.
EFE, CARACAS. El presidente venezolano, Hugo Chávez, reiteró ayer que es un objetivo a eliminar por Estados Unidos y advirtió que los planes para llevar a cabo el magnicidio se están acelerando y el desenlace podría estar próximo.
"Lo sé, estoy condenado a muerte, pero no voy a ceder ante el chantaje y las amenazas, y llamo al pueblo venezolano a no ceder, a no dejarse confundir ni atemorizar", dijo Chávez en los actos conmemorativos del 227 aniversario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar.
"Si ese fuera nuestro destino lo aceptaríamos, porque sería un millón de veces mejor correr el mismo camino de Simón Bolívar por la soledad, el ostracismo y la muerte, porque seríamos semilla para las generaciones futuras", añadió el gobernante.
Chávez explicó que ese plan para matarlo hay que situarlo en las actuales circunstancias internacionales y en la escalada emprendida por Estados Unidos para aumentar la tensión en el mundo.
El acelerado aumento de la tensión mundial, según el mandatario, tiene focos concretos como Irán, Corea, Gaza, Irak, Afganistán y, en el caso latinoamericano, las recientes iniciativas colombianas de acusar a Venezuela de "proteger terroristas y narcotraficantes".
Chávez dijo que esas "patrañas" tienen el objetivo de "preparar a la comunidad internacional" para que acepte la agresión, del mismo modo que fue preparada con el asunto de las armas de destrucción masiva antes de la invasión de Irak.
El gobernante reveló que una fuente personal, "que merodea por Norteamérica", le ha advertido de que la decisión de emprender el ataque contra Venezuela está en marcha y en ella participarían directamente fuerzas estadounidenses.
Según esa hipótesis, formarían parte de la estrategia las siete bases colombianas que puede utilizar el Ejército estadounidense, así como la autorización para que 46 buques de guerra y 13.000 marines se estacionen en Costa Rica, el reforzamiento de las bases en Aruba y Curazao y el permiso para reinstalarse en Panamá.
Sin embargo, Chávez dijo que hay factores disuasorios que podrían forzar a que la decisión se reconsidere y citó entre ellos la incertidumbre de cuáles serían las reacciones de Cuba, Nicaragua, e incluso del pueblo y la guerrilla colombianos.
"En todo caso, para cualquier circunstancia que nos toque enfrentar, estemos a la altura del gigante Bolívar, porque estamos obligados a ser gigantes sobre esta tierra heroica", manifestó el presidente venezolano.
"Que lo sepan los yanquis, los terroristas, los burgueses, la burguesía colombiana y su ejército de terroristas y los terroristas de Israel desplegados por estas tierras", expresó Chávez.
"Lo sé, estoy condenado a muerte, pero no voy a ceder ante el chantaje y las amenazas, y llamo al pueblo venezolano a no ceder, a no dejarse confundir ni atemorizar", dijo Chávez en los actos conmemorativos del 227 aniversario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar.
"Si ese fuera nuestro destino lo aceptaríamos, porque sería un millón de veces mejor correr el mismo camino de Simón Bolívar por la soledad, el ostracismo y la muerte, porque seríamos semilla para las generaciones futuras", añadió el gobernante.
Chávez explicó que ese plan para matarlo hay que situarlo en las actuales circunstancias internacionales y en la escalada emprendida por Estados Unidos para aumentar la tensión en el mundo.
El acelerado aumento de la tensión mundial, según el mandatario, tiene focos concretos como Irán, Corea, Gaza, Irak, Afganistán y, en el caso latinoamericano, las recientes iniciativas colombianas de acusar a Venezuela de "proteger terroristas y narcotraficantes".
Chávez dijo que esas "patrañas" tienen el objetivo de "preparar a la comunidad internacional" para que acepte la agresión, del mismo modo que fue preparada con el asunto de las armas de destrucción masiva antes de la invasión de Irak.
El gobernante reveló que una fuente personal, "que merodea por Norteamérica", le ha advertido de que la decisión de emprender el ataque contra Venezuela está en marcha y en ella participarían directamente fuerzas estadounidenses.
Según esa hipótesis, formarían parte de la estrategia las siete bases colombianas que puede utilizar el Ejército estadounidense, así como la autorización para que 46 buques de guerra y 13.000 marines se estacionen en Costa Rica, el reforzamiento de las bases en Aruba y Curazao y el permiso para reinstalarse en Panamá.
Sin embargo, Chávez dijo que hay factores disuasorios que podrían forzar a que la decisión se reconsidere y citó entre ellos la incertidumbre de cuáles serían las reacciones de Cuba, Nicaragua, e incluso del pueblo y la guerrilla colombianos.
"En todo caso, para cualquier circunstancia que nos toque enfrentar, estemos a la altura del gigante Bolívar, porque estamos obligados a ser gigantes sobre esta tierra heroica", manifestó el presidente venezolano.
"Que lo sepan los yanquis, los terroristas, los burgueses, la burguesía colombiana y su ejército de terroristas y los terroristas de Israel desplegados por estas tierras", expresó Chávez.
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