Un bombero voluntario de Virginia que fue suspendido por llevar al hospital a una bebé en su camión de bomberos dice que no tiene nada de qué arrepentirse.
El capitán James Kelley dijo al The Washington Post (http://wapo.st/21TSJ3E ) que fue impulsiva su decisión de llevar al hospital a la niña de 18 meses, que estaba teniendo un ataque epiléptico. Otro integrante del departamento de bomberos voluntarios, el sargento Virgil Bloom, también fue suspendido.
El papá de la niña dice que los bomberos son héroes. Ellos han recibido un enorme apoyo
en una página de Facebook creada para pedir que sean reinstalados en sus labores.
Kelley dijo que no estaba al tanto de que no podía usarse un camión de bomberos para transportar a alguien en caso de urgencia médica, pero que decidió usar el vehículo porque no estaba claro cuándo llegaría una ambulancia. Él y Bloom estaban a tres minutos del hospital más cercano.
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