Por Wilfredo MoraEl autor es criminólogo y perito forense.
La inesperada publicidad que está generando el caso Sobeida debe motivar a las Agencias de investigación criminal del Estado de aplicar la técnica de perfiles criminales. Las escenas de aplausos de parte de la gente, su sonrisa alegre, la cara de total despreocupación, sin arrepentimiento, y el autocontrol con el que asistió a la primera audiencia merecen unas líneas, desde la acera del forense, ya que nadie se ha puesto a pensar sobre la personalidad de Sobeida Félix Morel.
Lamentablemente en este caso, la técnica del perfil criminal está limitada en sus objetivos a la captura de delincuentes. La imputada no es una persona desconocida, por lo tanto no hay que descubrirla, ni contribuir con su captura, en base a que tampoco existe una escena de crimen o un lugar donde haya hecho su carrera delictiva esta mujer (perfil geográfico). Fuera de esos parámetros no es fácil hacer un perfil de criminal de Sobeida, pero debe admitirse que no se tiene la suficiente información sobre su persona, para comprender contra quien va a llevarse el juicio que le espera.
El uso precario de la psicología y de la criminología en la República Dominicana ha dejado pasar muchas oportunidades; las últimas en mencionar fueron cuando la Policía Judicial dejó de perfilar los casos del secuestro del joven Baldera Gómez y los asesinos de los taxistas, que aún pueden llevarse a cabo. Esta situación debe cuestionar a entidades como el Colegio de Psicólogo, el INACIF y la Policía Nacional, si tienen capacidad para responder con un equipo técnico ante demandas que ameriten una investigación pericial de alto rango. Muchas agencias de los Estados Unidos tienen sus propias unidades especializadas en perfiles, y su número internacionalmente ha crecido en países como Australia, Canadá, Inglaterra, y Holanda.
Sobeida Morel Félix no tiene antecedente penal conocido, no es una criminal del tipo en serie, ni se le acusa de secuestro o algún delito sexual, que es básicamente para quienes ha sido diseñado la técnica de perfiles, pero hubiese sido de gran utilidad si ella hubiera hablado, ya que provocar al imputado a través de los medios de comunicación rompe el hielo para que el investigador forense inicie su estrategia.
Existen perfiles criminales que no implican un individuo ni un crimen específico; una ventaja es que se trata de una mujer, y la identificación, las evidencias conductuales del sexo femenino pueden ser sistemáticamente examinada e interpretada para los hechos del caso, y después de esto pueden ser usado para asistir en el proceso que se ponga a disposición en un tribunal. Esta investigación sobre la vida de la acusada tiene que ser retrospectiva y tiene dos momentos. a) investigar todo lo relativo a su comportamiento pasado o vida pública; y b) Lograr la presentación y análisis de evidencias conductuales de hechos conocidos a partir del patrón delictivo que ya existe. Las evidencias psicológicas tienen una lectura para el perito psicólogo y la misma se obtiene a través de ciertas víctimas entrevistadas o examinadas; lo que se busca en el perfil es el motivo. Muchas veces el culpable quiere ser descubierto.
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