Resultó que necesitaba mucha más ayuda de la que pensó. Taveras pronto supo que la capital de Rhode Island enfrentaba un déficit peor al calculado de US$110 millones, al que calificó como "huracán fiscal de categoría 5" y advirtió que podría declarar al municipio en bancarrota.
A poco más de la mitad de su mandato, el demócrata de 42 años y posible candidato a gobernador en 2014, ha retirado a la ciudad del borde del precipicio en un estado que ha batallado por años con una de las tasas de desempleo más altas de Estados Unidos. Recortó el gasto prácticamente en todas las oficinas de la ciudad, cerró escuelas, eliminó 200 empleos del gobierno local y elevó los impuestos. AP
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