El acto en el que apareció colgada la playera con el número 34 de Shaquille O’Neal se realizó cuando los laguneros se midieron a Dallas Mavericks.
El 34 que lució en los tres campeonatos que logró con Los Angeles Lakers quedó reservado para la posteridad, junto a Wilt Chamberlain, Elgin Baylor, Gail Goodrich, Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, James Worthy, Jerry West y Jamaal Wilkes.
El legado de O’Neal en los ocho años que estuvo en la franquicia (1996-2004) es indiscutible, tras jugar cuatro finales de las que ganó tres, además de lograr tres MVP en las tres ocasiones.
Su condición y carácter le convirtieron en un genio y figura que dejó su huella tatuada en la historia a base de bien. Su registro antes de retirarse en la campaña 2010-11 fue 23.7 puntos, 10.9 rebotes y 2.3 bloqueos por partidos, mientras que con los Lakers llegó a los 27.0 puntos, 11.8 rebotes y 2.5 bloqueos.
El periplo lagunero de Shaq dejó todo tipo de situaciones inolvidables, entre ellas figura la relación amor-odio que mantuvo con un Kobe Bryant emergente al que le pasó el testigo del liderazgo de la nave lagunera.
Es un asiduo a visitar el Staples cuando sus compromisos periodísticos se lo permiten.
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