Sara L.H., de 34 años, está encarcelada desde el lunes por orden del juzgado de Sanlúcar la Mayor, en la provincia de Sevilla (sur), tras ser acusada de asesinato con alevosía por la muerte del bebé, que según los forenses nació diecisiete meses antes de ser encontrado su cadáver en el congelador de la casa familiar, en la localidad vecina de Pilas.
Según las citadas fuentes, la mujer actuó convencida de que el bebé estaba muerto cuando nació, porque tras dar a luz no notó que respirara, y lo metió en el congelador “porque no deseaba desprenderse de él”.
En su primera declaración ante el juez, Sara L.H. fue asistida por un abogado de libre designación, si bien el martes cambió de letrado.
El avance de la autopsia entregado al juez estableció que el bebé nació vivo diecisiete meses antes de ser encontrado su cadáver, si bien las causas exactas de su fallecimiento no se han determinado aún y están pendientes de un estudio en profundidad de los órganos en el Instituto de Medicina Legal.
Los forenses ya han autorizado el entierro del bebé, añadieron las mencionadas fuentes.
La acusada tiene otros dos hijos de 11 y 14 años, que residen en el domicilio donde se encontró el cadáver del bebé.
El juez decretó el secreto sumarial de las actuaciones por espacio de un mes y acordó la prisión provisional sin fianza de la mujer de acuerdo con la petición del fiscal, quien le imputó un delito de asesinato con alevosía, que en principio será tramitado para su enjuiciamiento ante un jurado popular.
El cadáver fue encontrado el pasado 9 de noviembre por el marido de la acusada, que alega que ignoraba el embarazo y que llamó primero a un hermano suyo, trabajador en el Parque de Bomberos, quien a su vez dio la alarma a la policía local.
La acusada fue detenida por la policía cuando estaba en su trabajo en una localidad cercana.
Tomado de:
Noticias SPM
John Sanz
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