Un potente terremoto de magnitud 8,8, uno de los más fuertes registrados en la historia reciente, sacudió la península de Kamchatka, en Rusia
generando una cadena de alertas por tsunami en más de una docena de países del océano Pacífico. El sismo, ocurrido a las 23:25 del martes (hora local), puso en alerta máxima a los servicios de emergencia en zonas costeras desde Asia hasta América.
Rusia, epicentro del seísmo, ha descartado víctimas humanas y ha desactivado la alerta en Kamchatka tras no detectar daños graves ni situaciones de riesgo actuales. Sin embargo, la magnitud del fenómeno activó protocolos de evacuación inmediata en países como Japón, Hawái y otras naciones del cinturón de fuego del Pacífico, debido al riesgo potencial de olas destructivas.
En Japón, donde casi dos millones de personas fueron evacuadas como medida preventiva, se confirmó la primera víctima mortal vinculada a la emergencia. Se trata de una mujer de 58 años que perdió la vida al precipitarse su vehículo por un acantilado mientras intentaba ponerse a salvo tras recibir la alerta de tsunami. El hecho ha conmocionado al país, que mantiene altos estándares de preparación ante catástrofes naturales.
Como parte del protocolo de seguridad, las autoridades japonesas evacuaron la central nuclear de Fukushima. Aunque no se reportaron daños ni anomalías en las instalaciones, el recuerdo del desastre de 2011 llevó a las autoridades a actuar con extrema precaución. La rápida respuesta fue clave para evitar consecuencias mayores en una de las zonas más sensibles del país.
En Hawái, donde se temía un impacto más severo, las olas no superaron un metro de altura. La orden de evacuación fue levantada en la región de Oahu, que incluye a la capital, Honolulu. Estados como Alaska y zonas costeras de EE. UU. también activaron sus protocolos, aunque los efectos fueron menores a lo esperado.
Este terremoto se suma a la lista de los 10 más intensos jamás registrados, y aunque en muchos territorios se evitó una tragedia mayor, la muerte de una persona en Japón y la movilización masiva en varios países evidencian el impacto global de los fenómenos sísmicos en el Pacífico. Las autoridades internacionales continúan monitoreando cualquier réplica o actividad inusual en la región.
0 comentarios:
Publicar un comentario