A 40 años de la muerte de Roberto Clemente "El Cometa de Carolina".

Han pasado 40 años de la trágica muerte del gran Roberto Clemente, del sencillo número 3,000 y de su último turno al bate. Y el pelotero de Grandes Ligas continúa sirviendo de inspiración para muchos que veneran su recuerdo.

Muestra de esto es el musical “DC-7: La historia de Roberto Clemente”, con la magistral interpretación del actor Modesto Lacén, como el famoso pelotero. La obra estrena mañana en el Teatro Francisco Arriví de Santurce.

“Siento paz porque Dios me puso en este camino de las artes para representar a Roberto a 40 años de su partida, ese es el mejor regalo que me dio la vida”, expreso Lacén quien para la caracterización tuvo que bajar de peso, hacerse más entradas en el pelo, dejarse las patillas y oscurecer más su piel al sol.

Para Lacén, Clemente ha sido un referente en su vida, a pesar de que no había nacido cuando el jardinero derecho de los Piratas del Pittsburgh murió.

“Me comparo con él ahora que voy a cumplir 36 y lo que él hizo en tan poco tiempo es impresionante. La manera en que murió, y aunque lamentable la pérdida eso lo hizo más grande. Pienso que su legado, lo que él quería comunicar a raíz de su pronta muerte, ha llegado a más gente. En mi familia, Clemente representa el orgullo de que como negro hay que darse a respetar con acciones. Cuando su accidente aéreo, mis papás se fueron a la playa a ver si encontraban sus restos, y desde los 13 años la gente me decía que me parecía a él. Esta obra significa mucho para mí como puertorriqueño y como actor”.

La historia abarca la vida de Roberto desde los 14 años, cuando lo descubren como pelotero, hasta los 38, que muere (1972) en un accidente aéreo cuando se dirigía a Nicaragua a llevar ayuda a las víctimas de un terremoto.

“Roberto era una persona muy compleja y muy emocional. Creo que el público lo va a ver en su dimensión como ser humano, desde momentos muy tristes de fracasos hasta sus triunfos. Creo que el escritor ha hecho el personaje de una manera orgánica y real, se habla malo, y el acercamiento es muy crudo pero real. Los hijos de Roberto vieron la obra en Nueva York y les encantó, salieron llorando”.

Doña Vera conoce a su intérprete

La pieza escrita y dirigida por el dramaturgo Luis Caballero fue estrenada en Nueva York el pasado noviembre y anoche se exhibió en una gala privada. Estaban confirmados su viuda, Vera Clemente, su hermano mayor Matino, y el comentarista deportivo Ramiro Martínez, tres personajes de la obra que no habían visto el musical.

Lorraine López, la actriz que interpreta a doña Vera, confesó estar preocupada por la crítica que la viuda de Clemente le daría a su papel. “No voy a mirarla. Cuando me dijeron que ella venía me puse a temblar porque es un honor, pero también una responsabilidad de hacerlo bien, de darle el respeto que ella merece. Me toca mucho el corazón esta historia. Hablé con Vera por teléfono para formar el papel y le pregunté muchas cosas de su relación con Clemente, pero nunca la he conocido en persona”, dijo la actriz nacida en Nueva Jersey de padres boricuas.

En cuanto conoció a Vera, Lorraine se fascinó con la entrega a ese amor que se le fue. “Ella tiene una fuerza que sale de adentro que aún sin hablar tiene presencia, siempre al lado de su esposo apoyándolo, es una mujer fuerte y humilde. Fue un gran amor, no sé si la gente sabe amar así hoy en día. La preocupación que tienen estriba en lo mío, en lo que yo quiero hacer. Sin embargo, ellos vivían el uno por el otro con amor, con respeto y con el poder de hacer mucho más juntos y eso me fascina, es un ejemplo para mí”, aseguró.

Por su parte, el actor Josean Ortiz conoce a Matino Clemente, hermano de Roberto, de toda la vida y representar a alguien tan familiar le dio la oportunidad de ser el personaje que narra la historia.

“El hermano mayor de Clemente y el único que queda vivo de esa cepa de siete hermanos es mi vecino en Carolina desde el 1967 cuando yo apenas tenía tres años y medio, o sea que somos como familia. Interpretarlo es un orgullo y un honor y aunque no tenemos un parecido físico porque él es más alto que yo y cuando tenía mi edad era más delgado, me he enfocado en él que es como el hermano que todos quisimos y lo veo como el símbolo de cada uno de los puertorriqueños”, señaló el actor.

Matino era pelotero, llegó a jugar en la liga doble A de Carolina y fue quien le enseñó a jugar pelota a Clemente. “Para Roberto fue su mentor y siempre estaba con él en los juegos aconsejándolo. A raíz del accidente de Roberto no se ha vuelto a montar en un avión y por eso no fue a ver la obra en Nueva York, ya tiene ochenta y tantos años. Estoy bien contento que por fin pueda verme representarlo”, dijo.

El musical que retrata además el movimiento por los derechos civiles y cómo esto afectó la vida del deportista, como un puertorriqueño afrocaribeño que se abre paso en Estados Unidos, contiene salsa, plena, bomba, jazz, godspell, pero también boleros y una danza puertorriqueña.

“En el momento que vive nuestro País es importante sentirnos orgullosos de lo que somos, de lo que tenemos y hemos tenido, y Roberto fue una gloria para esta Isla. Poderlo celebrar con música y compartirlo con otras generaciones es contribuir a reafirmar esa identidad que se está perdiendo, ese es el propósito de esta obra”, destacó Manuel Morán, productor e intérprete de Ramiro Martínez.

Por Patricia Vargas Casiano
El Nuevo Día

DEPORTES diciembre 07, 2012