Chicago.- Antes el dominicano Sammy Sosa solía ser el centro de atención, pero ahora se siente como si su nombre sólo aparece cuando se publican las votaciones de Cooperstown o con el rechazo que le hace la gerencia cuando va a celebrar la Convención de Cachorros.
Sosa se salvó al superar el límite de 5 por ciento y permanecerá en la boleta electoral un año después de que la Asociación de Escritores de Béisbol del América publicó los resultados el pasado miércoles, pero su currículum no mueve la aguja, ya que los porcentajes van de 12.5 a 7.2 a 6.6 a 7 desde 2013.
En este punto, Sosa no se espera para asistir a la Convención de los Cachorros de la próxima semana, y probablemente sería necesario un cambio fundamental en el pensamiento para que ese tipo de reunión pueda suceder, donde él aparezca firmando autógrafos, sentado o al lado de sus viejos compañeros de equipo y contar historias.
En lo que se está convirtiendo en una nueva tradición dentro de la Convención de los Cachorros, un fanático toma el micrófono o un periodista de algún medio de comunicación le preguntará al presidente Tom Ricketts sobre Sosa y que cuándo el líder absoluto de la franquicia en jonrones (545) será invitado de honor al Wrigley Field.
De arriba a abajo, la organización de los Cachorros ha cambiado completamente desde que Sammy se marchó durante el juego final de la temporada 2004.
Hay memorias institucionales de algunos choques sobre su personalidad detrás de las cámaras que todavía persisten en la ciudad de Chicago.
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