A cinco meses de la Presidencia de Danilo Medina muchos están desesperados porque con el nuevo gobierno no ha cambiado su situación personal ni la de sus comunidades. Son 150 días, 50 más de la gracia que la jurisprudencia política ha establecido, pero hay que sumar otros factores que deben valorarse para no subir la presión sobre el presidente Medina:
Primero, la tragedia representada por la herencia de un déficit fiscal que supera en mucho lo que él imaginaba; segundo, la necesidad de manejarse cautelosamente frente al poderoso sector que, en su partido y en el gobierno, controla numerosas teclas que él no puede tocar; tercero, la obligación de consolidar su liderazgo nacional y fortalecer su respaldo internacional, para poder enfrentar importantes retos económicos, sociales y políticos en un mundo en crisis, para amortiguar su impacto en los dominicanos, y cuarto, la difícil tarea de conformar un equipo de colaboradores realmente confiables y capaces de llenar las expectativas de la población.
Todo eso puede tomarse de uno a dos años para ser manejado y controlado a plenitud, pero hay necesidades inmediatas, impostergables, que Danilo Medina no puede ni debe ignorar condicionándolas a esos plazos. Si es cierto que en el hospital de Bánica están cocinando la comida de los pacientes en un fogón de tres piedras, conforme publicó el periódico Hoy del 6 de febrero, haciéndose eco de la denuncia del señor Ruddy Toribio, apoyada en un testimonio fotográfico, eso ha debido resolverse en horas, incluyendo la interpelación de los responsables, de lo contrario concluiríamos que el actual gobierno es una caricatura porque, para eso, no hay que esperar tanto.
Eusebio Rivera Almodóvar
Periódico Hoy
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