SANTO DOMINGO.- La dominicana Dahiana Santana es tres veces campeona mundial en boxeo profesional. Su rutina diaria consiste en levantarse con el alba para entrenar, luego almuerza y regresa al gimnasio para darle práctica a otras atletas; más tarde vuelve a su casa y se prepara para ganarse la vida vendiendo frituras.
Esta boxeadora de 26 años es madre soltera de una niña de 9, pero su embarazo a temprana edad no fue óbice para frenar su ascendente carrera en los cuadriláteros. Inició con los guantes a los 12 años apoyada por su padre, pero en secreto para que su madre no se enterara.
¿Qué tiene de especial Dahiana? Además de colocarse por encima de la falta de recursos para llegar a escenarios internacionales y poner el nombre de su país en alto, se ha impuesto en un deporte culturalmente masculino, al punto de que un hombre puede ganar hasta diez veces que una mujer por pelea.
En el 2009 Santana ganó el título mundial en Haití, pero ese mismo año repitió la proeza en Alemania. Su más reciente triunfo fue en Las Vegas, Estados Unidos, donde obtuvo el título dorado en la Federación Internacional de Boxeo.
Es tanto lo que esta atleta ama este deporte que del dinero que se gana por pelea, debe entregar un 30% a su manejador y un 10% al entrenador. Pero eso no la detiene, cuenta que sus logros emocionales han sido mayores que los económicos.
Aunque nunca ha tenido marca patrocinadora más que un dueño de una banca de apuestas que es su amigo, Dahiana se ha ganado el respeto en todos los cuadriláteros que ha pisado.
"Me preocupan los jóvenes que me siguen porque los he oído decir que para qué esforzarse tanto si han visto mi lucha y tengo que vender frituras para vivir", reflexionó la deportista.
Santana vive junto a su madre y hermana en el ensanche Isabelita, en Santo Domingo Este. Cuando debe asistir a la universidad, su hermana toma el mando del negocio y viceversa.
Además de ser tres veces campeona en boxeo, Dahiana también llegó a ser selección nacional en hockey sobre cesped, otro deporte liderado por hombres.
Como se ha dedicado de lleno al deporte de los guantes y los golpes, hoy entrena la selección de Santo Domingo en hockey sobre cesped, jóvenes que notan el esfuerzo de su coach y no entiende cómo es que sigue en el deporte con tantas precariedades.
"No quisiera que mi hija practique boxeo porque es un deporte muy violento. Si le gusta, la respeto, pero realmente no me gustaría verla maltratada y por eso entiendo a mi madre", confesó Dahiana.
Esta admirable atleta es estudiante de término de psicología clínica y espera retirarse del cuadrilátero cuando se gradúe para vivir de su profesión, aunque mantiene la duda de la supervivencia porque si siendo tres veces campeona mundial no ha conseguido ayuda, qué será cuando sea otra profesional más desempleada.
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