De acuerdo con la Policía de Nueva York (NYPD), al menos cuatro individuos abrieron fuego dentro del establecimiento poco antes de las 3:30 de la mañana, tras desatarse una disputa que las autoridades relacionan con posibles actividades de pandillas. En la escena se recuperaron al menos 42 casquillos de armas de fuego y un arma abandonada en una calle cercana.
Las víctimas mortales fueron un joven de 19 años, que falleció en el lugar, y dos hombres de 27 y 35 años, quienes murieron tras ser trasladados a un hospital. Los demás heridos, con edades entre 19 y 61 años, permanecen ingresados pero se encuentran fuera de peligro, según informó la comisionada del NYPD, Jessica Tisch.
El alcalde Eric Adams lamentó la tragedia y aseguró que este nuevo episodio de violencia confirma la necesidad de continuar con el plan de retirar armas de las calles. "Este es el segundo tiroteo masivo en semanas, y no queremos que se convierta en algo normal en nuestra ciudad", expresó.
El caso se suma al ataque ocurrido el 29 de julio, cuando un hombre armado recorrió una torre de oficinas en Manhattan, dejando cinco muertos, incluido un oficial de policía. Ambos hechos han generado preocupación en las autoridades por un repunte de hechos aislados, en contraste con la tendencia general a la baja en incidentes relacionados con armas de fuego.
Equipos de manejo de crisis fueron desplegados para asistir a familiares y amigos de las víctimas, al tiempo que el alcalde y la policía exhortaron a cualquier testigo o persona con información a colaborar con las investigaciones a través de la línea 800-577-TIPS. "Cada dato puede ser la pieza que nos permita armar el rompecabezas", insistió Adams.
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