Poco a poco, según van creciendo, los pequeños empiezan a alejarse un poco de sus padres, y eso, que tanto les gusta, a la vez les produce miedo e inseguridad.
Viven tantas experiencias en el día, que a veces requieren parte de la noche para asimilarlas, por ello tienen pesadillas. Éstas se producen en la fase activa del sueño (REM), que se caracteriza por el rápido movimiento de los ojos (Rapid Eye Movement). En general, son sueños no gratos que pueden ocasionar que tu nene se despierte llorando a media noche. ¡No te alarmes! Aquí te decimos qué hacer para calmarlo.
1. Ve a su cuarto, abrázalo y dile palabras de consuelo como "ya pasó, ya pasó", que le ayuden a romper el vínculo entre lo real y lo irreal.
2. Ofrécele agua. Beber tranquiliza.
3. Quédate con él hasta que deje de llorar y le vuelva a dar sueño.
4. Cuando salgas de su cuarto, deja la luz encendida. Esta lo hará sentirse más "acompañado".
5. Al día siguiente puedes preguntarle qué le pasó por la noche. De esta manera revive la pesadilla desde el control y la seguridad que le produce estar despierto y contigo. Anímalo a dibujarla y después, pídele que cambie el dibujo para convertirlo en algo agradable. También puedes pedirle que te la cuente y que la asocie con una palabra que la aleje de él, como "vete para siempre".
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