Contrapunto.- Este miércoles viajó a Maracay un equipo especial de crimanalística para acelerar la reapertura del caso de la muerte de los músicos Carlos Molnar, bajista de la banda Zion TPL, y de Tyrone José González, cantante de rap conocido popularmente como Canserbero, ocurrida el pasado 20 de enero.
Inicialmente las primeras experticias indicaron que Canserbero, en medio de una crisis psicótica, entró al cuarto donde dormía su amigo y productor, Carlos Molnar, y después de golpearlo salvajemente lo asesinó de varias puñaladas en presencia de su esposa, Natalia Améstica. Inmediatamente después, Canserbero habría corrido a la cocina y en medio de la desesperación optó por lanzarse desde la ventana, a una altura de diez pisos.
El sangriento suceso, que conmocionó a la opinión pública, ocurrió cerca de las 5 de la mañana en el edifico Camino Real de la urbanización Andrés Bello. Desde entonces, se dio por sentado que la crisis psicótica de Canserbero había desencadenado la violenta pelea entre ambos amigos, bajo la presencia de la esposa de Molnar, a la postre la única superviviente.
Sin embargo, el 17 de marzo, casi dos meses después del aparente homicidio-suicidio ocurrido en Maracay, las hermanas de Canserbero acudieron al defensor del pueblo, Tarek William Saab, para solicitarle que revisara el caso puesto que a ellas, en primer lugar, les extrañaba que su hermano, al momento de su muerte, no tuviera en su cuerpo restos abundantes de sangre de Carlos Molnar, a quien supuestamente había apuñalado de varias cuchilladas en uno de los cuartos del apartamento, antes de lanzarse al vacío.
El otro detalle que recalcaron ante el defensor fue que Canserbero no sufría de ninguna enfermedad psicológica, mucho menos de esquizofrenia, por lo que no entendían cómo podía atribuírsele a una crisis psicótica el homicidio de Molnar y el posterior suicidio.
En ese sentido, el primo de Canserbero, Carlos Zambrano, había declarado ya el 21 de enero que el cantante “no era ningún esquizofrénico, no era ningún demente, no era ningún loco, no era nada de lo que los medios de comunicación, tanto impresos, como televisivos y por las redes sociales, han hecho ver”.
La declaración salió publicada en el portal Los Reportes de Lichi, y allí Carlos Zambrano desmentía lo que había dicho después del suceso el hermano de Natalia Améstica sobre Canserbero, cuando aseguró que este había sido tratado por depresión severa. Zambrano entonces hizo un llamado al Cicpc para que profundizaran la investigación del caso.
El defensor del pueblo confirmó a Contrapunto el viernes 20 de marzo la reunión con las hermanas de Canserbero y advirtió que ellas “se acercaron a la Defensoría y, a partir de allí, aportaron datos delicados que ponen en duda la versión que circuló de que Canserbero era responsable de un homicidio-suicidio. Por eso, pidieron a la Defensoría que intercediera para que se reabriera la investigación”.
El defensor del pueblo reunido con las hermanas de Canserbero
La petición de la Defensoría se admitió y el caso de Canserbero ha sido reabierto. El equipo de criminalística que viajó el miércoles a Maracay lleva la misión de revisar con nuevos ojos el caso y establecer si las experticias hechas en aquellos días de enero fueron las correctas, dado que las hermanas advirtieron en su oportunidad que la patólogo que hizo la autopsia de Canserbero era amiga de Natalia.
Tarek William Saab reveló en exclusiva para Contrapunto, este jueves, que gracias al testimonio de los familiares existen tres claves que pueden cambiar completamente la versión que se ha dado del caso. La primera de ellas, tal como lo denuncian las hermanas González, está relacionada con la ausencia del baño de sangre que ha debido recibir Canserbero por apuñalar a Carlos Molnar, a pesar de que fueron varias las cuchilladas que supuestamente le infligió al bajista y productor musical.
Otra clave del caso está en revisar de nuevo la línea de caída de Canserbero, puesto que su cuerpo, al parecer, se encontró la madrugada del 20 de enero a varios metros de la fachada del edificio, lo que indica que agarró impulso para tirarse o que bien pudo haber sido lanzado por otros presentes, a determinar, que se encontrarían en ese momento en el apartamento.
Igualmente, William Saab pide revisar todas las circunstancias del aparente suicidio, puesto que la ventana de la cocina era de romanillas y todos los vidrios fueron previamente extraídos, lo que causa intriga, dado el presunto estado psicótico en el que se encontraba Canserbero al momento de lanzarse. “Haber sacado las romanillas de la ventana indica método, no desesperación”, opina el denfensor, quien se apoya en el testimonio de las hermanas para indicar que las romanillas no estaban al momento de la caída de Canserbero, “pero alguien las volvió a poner después”.
El equipo de criminalística volverá a revisar con detalle lo ocurrido aquel fatídico día de enero y de ser necesario ordenará la exhumación de los dos cadáveres, puesto que hay otros detalles adicionales que enrarecen la hipótesis inicial que manejó la comisión del Cicpc y de la Policía de Aragua que acudió al hecho.
El defensor también admitió que las hermanas de Canserbero sostienen que Natalia Améstica, la esposa del bajista y principal testigo de los hechos, se fue del país y está viviendo actualmente en Chile.
Canserbero venía de realizar una gira por Argentina y Chile junto con Natalia y Carlos Molnar, quien iba a fungir de productor de su nuevo disco. El último detalle facilitado por las hermanas al defensor es que en dicha gira el rapero había logrado recabar unos 6 mil dólares gracias a las presentaciones. Dinero que guardó en el apartamento de Molnar hasta el momento en que ocurrieron los hechos.
Ese dinero nunca apareció.
La investigación determinará en los próximos días si los hechos fueron tal cual se dieron a conocer, o por el contrario había alguien más en el apartamento que pudo participar en el sangriento desenlace.
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