Mirebalais, Haití – En un ataque coordinado que ha sumido en el terror a la población, grupos fuertemente armados tomaron por asalto la ciudad de Mirebalais, a apenas 48 kilómetros de la capital haitiana. La ofensiva, ejecutada en la madrugada del lunes, tuvo como principal objetivo la prisión local, de donde fueron liberados decenas de reclusos.
Las escenas de caos fueron registradas en videos que circulan en redes sociales, donde se observa a hombres con fusiles automáticos proclamando su victoria mientras coreaban: "¡No pueden detenernos!". En paralelo, cientos de personas huyeron del área en medio de los disparos y la destrucción.
La policía local, con apoyo de grupos de autodefensa civil, intentó contener el ataque, pero la superioridad armamentística de las pandillas hizo que la resistencia fuera insuficiente. Según reportes preliminares, varios delincuentes murieron y al menos dos integrantes de las brigadas comunitarias resultaron heridos.
Una ciudad desierta y bajo fuego
El periodista Fedlin Jean, de Radio Vision 2000, describió una escena desoladora: "Mirebalais se quedó vacío", expresó, detallando que los residentes escaparon a comunidades vecinas mientras los atacantes incendiaban viviendas, vehículos y edificios.
Este ataque forma parte de la estrategia de expansión de "Viv Ansanm", una temida coalición de pandillas que busca consolidar su dominio territorial más allá de Puerto Príncipe. Entre los grupos involucrados en la ofensiva se encuentran "Talibán", liderado por Jeff Larose, y "400 Mawozo", comandado por Joseph Wilson, alias Lanmo Sanjou ("La muerte no tiene fecha").
Haití en llamas: una crisis fuera de control
Organizaciones de seguridad y expertos han advertido que la situación en Haití ha escalado a niveles alarmantes. Según Diego Da Rin, analista de International Crisis Group, la violencia en Mirebalais es un claro reflejo de la táctica de las pandillas: abrir múltiples frentes de batalla para debilitar aún más al gobierno y avanzar hacia la toma del poder.
El Sindicato Policial SPNH-17 lanzó un llamado urgente a las autoridades para evitar que más territorios caigan en manos de los grupos criminales. Sin embargo, con el 85% de Puerto Príncipe ya bajo control de las pandillas, la respuesta del Estado parece insuficiente ante una crisis que amenaza con consumir por completo al país.
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