Ramón Báez Figueroa había sido condenado a 10 años de prisión y al pago de una indemnización de más de 63 millones de pesos, por el caso del desaparecido banco Baninter.
El juez de Ejecución de la Pena de San Cristóbal, Willy de Jesús Núñez, emitió la sentencia pasada las 11:40 de la mañana en un salón repleto de familiares y amigos de Báez Figueroa.
La sentencia establece que el exbanquero deberá presentarse de forma periódica ante el tribunal, tiene impedimento de salida. Asimismo, debe firmar el libro de control el último viernes de cada mes a partir del mes de septiembre hasta el nueve de diciembre de 2017.
Debe impartir diez charlas sobre prevención de delitos financieros e igual número en universidades. Abstenerse del uso de bebidas alcohólicas y no visitar de manera frecuente lugares nocturnos, como bares.
Al ofrecer declaraciones a la prensa, entre lágrimas de emoción, Báez Figueroa dijo estar arrepentido y declaró que lo adelante se dedicará a trabajar con su padre.
Dijo respetar la opinión de quienes se oponen a su libertad y destacó la buena conducta con que se manejó durante el tiempo en la prisión.
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